Bitácora del Capitán, 25/06/09,
Luego de 2 meses, tiempo del resto del mundo, me dispongo a escribir las novedades de la travesía que emprendimos, este viaje en globo que nos ha llevado a lugares que no podíamos haber imaginado cuando partimos.
Los pocos tripulantes hemos pasado por situaciones fuera de lo común, lejos de lo pensado, ajenas completamente a lo esperado. Como si se tratara de una broma del destino, o una jugarreta de la imaginación.
Hace dos meses, el 25 de abril del año en curso, zarpamos en una nave precaria con globos festivos inflados con helio como sustento para poder volar. La energía propulsora, no era más que la ilusión de los tripulantes. Una vez puestos en camino, esta ilusión se vió ayudada por las corrientes de aire caliente que brotaban de nuestros corazones. La frágil canastilla sobre la que permanecíamos durante el viaje parecía muy endeble como para soportarlo, aún cuando las brisas eran suaves y tranquilas. Pronto divisamos un mundo nuevo, desconocido, que no aparecía en el mapa pero que, mas allá de percibirlo mediante los sentidos, era palpable desde los sentimientos. Un lugar que te generaba paz, comodidad y que nos dotaba de una naturalidad incómoda para realizar distintas acciones nuevas, tanto para mí como para el resto de la tripulación.
Desembarcamos sin miedo, confiados en la naturaleza del lugar, recorrimos los alrededores, descubrimos su fauna. Animales mágicos nunca vistos, carentes de formas y colores. Ante nuestra ignorancia respecto a las diversas ciencias, nos guiamos por lo que sabíamos acerca del reino animal para denominarlos como tales. Pensamos en la características básicas, y todos ellos las cumplen salvo, quizás, una de ellas. Todos ellos nacen, se alimentan, crecen, se reproducen, pero parece que no mueren. En este mundo el tiempo no es como nosotros lo comprendemos. Los minutos son horas, las horas son días, los días son meses, y éstos son años. Las sensaciones se multiplican exponencialmente, y todo alrededor parece incitar a los seres a su desarrollo. Influenciando a los que caímos en este mundo de maneras que sólo se pueden experimentar aquí. A estos animales le fuimos otorgando nombres conforme nos generaban sensaciones, por lo tanto, nos vemos rodeados de amores, confianza, alegrías, suspiros, escalofríos y tantos otros que no viene al caso mencionar, pero sí destacar que todos ellos tienen características nobles y sinceras.
Los paisajes son todos color pastel donde nada desentona con nada y todo posee una armonía idílica cual sueño de una noche de verano. Existen fuentes de besos, árboles de caricias, arbustos de piel, donde aun sin sueño te provoca dormir ya que generan una extenuante sensación de paz y comodidad. Lagos de Yummy que te alimentan con tanta dulzura como los ríos de mimos, donde zambullirse te renueva las fuerzas, esperanzas e ilusiones.
Hemos llegado aquí, luego de escapar de un ataque sorpresivo y rapaz de un barco alado fantasma, que nos seguía intentando apresar a un miembro de la tripulación, pero con tenacidad y confianza en nuestro sentido de orientación nos lanzamos en la espesura de los alrededores para así descubrir cosas que no pueden ser relatadas en un trozo de papel, que no pueden ser contadas con palabras, que solo al vivirlas se pueden comprender.
Este, es apenas un breve fragmento de lo que hemos vivido en lo que podrían llamarse 2 meses, según las mediciones de tiempo del resto del mundo, cosa que resulta imposible de comprender una vez que uno pisa estos suelos suaves. Donde ningún tiempo alcanza para disfrutar y nunca es demasiado. Este lugar nos adoptó como sus habitantes, y nosotros aquí nos quedaremos, aceptando este regalo de su hospitalidad.
Por eso, ésta es la primer bitácora del viaje y la última, las cosas que suceden aquí son inexplicables, y no pienso arriesgarme a develar mas información respecto a este paraíso, por miedo a que alguien venga a entrometerse en él, mientras nosotros cenamos amores en confianza y alegrías, con suspiros y escalofríos a orillas de un río de besos, bajo un árbol de caricias, sobre un arbusto de piel, que nos da esa sensación de paz y comodidad. Donde pretendo estar durante lo que, para el resto del mundo, sería toda una vida, pero que aquí, aun así, no sería suficiente.
Co-Capitán de Globo.